Del viernes 16 al domingo 18 de septiembre se llevó a cabo el tan tradicional campamento estudiantil ininpino. Este importante evento tuvo lugar en el campus de nuestra institución aprovechando, así, el extenso campus con áreas verdes que facilitan el desarrollo de actividades fuera de las aulas. Debido a la dinámica de la programación, algunos padres, madres y tutores, también se hicieron presentes para disfrutar la intervención de sus hijos en las diversas actividades.
Aunque el clima parecía no favorecer, esto sólo fue un desafío que fue superado por el entusiasmo que se desplegó. Sin, vacilación todos los asistentes armaron sus carpas e iniciaron el tan esperado fin de semana. Viernes de noche, luego de una deliciosa cena, gozamos de una película familiar “extraordinario”, la cual dejó importantes lecciones de vida.
Al segundo día se iniciaron las actividades bien temprano. Los estudiantes siguieron pautas de ambientación y orden, mientras, la comisión de cocina de turno preparaba un rico desayuno que inmediatamente después disfrutamos. Luego participamos de la escuela sabática y del culto divino hasta la hora del almuerzo.
Por la tarde, los estudiantes, en grupos, dramatizaron y escenificaron historias de la biblia. En esta actividad hubo un despliegue de talentos grandioso, y valiosas enseñanzas que se espera hayan quedado registradas en las mentes y corazones de los presentes. Lo que siguió fue la competencia, en grupos, de la búsqueda del tesoro escondido. Esto retó a los estudiantes a resolver acertijos para encontrar las pistas distribuidas en el campus estudiantil. El grupo ganador fue el numero dos: Azul.
Luego de despedir el sábado, hubo tiempo libre para todos, menos para la comisión de cocina quienes prepararon una fortalecedora cena. En seguida se dio inicio a la tan esperada fogata y juegos sociales. Aquí, todos los asistentes, sin excepción, se divirtieron al ritmo de las canciones coreadas al unísono. Después cenamos y cerramos la noche con la proyección de la película “Hasta el último hombre”, película que refleja lo fuerte que debemos ser en nuestras convicciones en hacer el bien sin mirar a quien.
El domingo 18, un silbatazo anunció que ya era hora de levantarse. ¡Oh, noooo! ¡Hora de levantarseee! Aunque cansados todos respondieron a esta indicación. En seguida se realizó una meditación con todos juntos. El día se perfilaba a ser un día soleado. En unos minutos anunciaron que era momento de desayunar. Satisfechos del buen desayuno, con algo de nostalgia, pasamos a desinstalar las carpas y empacar – nuestro campamento estaba llegando a su final.
Paso seguido, tal como estaba programado, nos dirigimos a continuar nuestras actividades en el centro Turístico “El bosque”, donde tuvimos una mañana de juegos recreativos y nos refrescamos en la piscina. ¡cómo nos divertimos!
Finalmente, cerramos nuestro programa con un almuerzo de confraternidad con todos los participantes de este evento y una ceremonia de clausura. Aprovechamos para expresar nuestra gratitud a todos quienes hicieron posible este evento que, sin duda, contribuye a la formación integral de nuestros estudiantes.