INVITACIÓN
Si al momento de explorar esta página abrigas en tu corazón tomar tiempo para hacer servicio misionero, te invitamos a considerar a esta institución como una opción. Tu contribución hará la diferencia en la vida de nuestros estudiantes. Muchas vidas, ya, han sido transformadas gracias a la influencia de quienes hicieron un alto en sus sueños personales para ayudar a otros.
Alva Lucia Quevedo BolívarColombia
Hola amigos, Ahora quiero compartir mi experiencia como voluntaria en el colegio ININPE JV, en Perú, en el 2013. Allí trabajé como profesora de inglés y desarrollé responsabilidades administrativas. Decidí ir a Perú porque sentí que, ésta, era una buena manera de agradecer a Dios por cuidar de mí y mi familia. Ese fue un tiempo de gran aprendizaje. Tuve la oportunidad de estar cerca a las experiencias de muchos estudiantes, profesores, padres de familia y otros compañeros de trabajo. Pude apreciar el esfuerzo y determinación para superar dificultades diarias con la mejor actitud. Al tomar el desafío de responsabilizarme de tareas que nunca había hecho, descubrí habilidades que no sabia que tenía, las mismas que ahora las aplico en mi campo de acción como profesional de salud en la selva de Colombia. Esta experiencia me permitió descubrir cuan inquebrantable es la voluntad humana guiada por Dios cuando hay un deseo sincero para ayudar y cuan inmenso es el anhelo de la profesora Elizabeth para sembrar sueños en los corazones de los niños y expandir sus habilidades para formar generaciones con valores como fe, respeto y la voluntad de servicio. También, pude estar en contacto con la naturaleza y gozar de la magia de cada salida del sol con el valar de las vacas, ladrar de los perros y el canto de las aves. Ese fue el comienzo de un viaje interno hacia la belleza de lo más sencillo. Aprendí a valorar a mi familia y toda la comodidad que me esperaba cuando regresé a casa. De lo más profundo de mi corazón, agradezco al universo por permitirme vivir esos momentos y preservar esas agradables memorias.
Claudia Benggon USA
Tuve el privilegio de servir como Estudiante Misionera en ININPE JV en el 2001. Llegue de los Estados Unidos sin conocer a nadie y hablando un poquito de español. La atmósfera en el ININPE JV fue uno de los que me permitió crecer personalmente. Las relaciones que forme allí son unas a las siempre llevaré conmigo. Estas permanecen como las experiencias más apreciadas de mi vida. Educación no es solo el estudio de los libros, sino el equipamiento de los estudiantes para vivir una vida completa y con propósito. Como profesora allá, vi que los estudiantes no sólo eran alimentados intelectualmente, sino también física y espiritualmente. Los estudiantes eran desafiados a poner sus ojos en una gran visión en vez que en la inmediatez de lo que les rodeaba. Mi deseo es ver a ININPE JV ser una luz en la comunidad y una plataforma de la cual los estudiantes puedan salir a vivir el propósito de Dios para ellos.
Emely Baldwin KingUSA
Mi tiempo en ININPE JV. Después de mi primer año de universidad, durante el año escolar 2003-2004 pasé nueve meses como Estudiante Misionera en ININPE JV en Soritor-Perú. Este fue un año que nunca olvidaré, porque me ayudo a formar la persona que soy ahora. Durante este tiempo, aprendí mucho acerca de quién era – lo bueno, lo malo y lo feo, y Dios me hizo crecer a través de los desafíos que enfrenté – sintiéndome con miedo, sola, incapaz y mucho más. Recuerdo cuanto Dios me ayudó a aprender el idioma. Por ejemplo, El me daba las palabras exactas en español cuando trataba de confortar o animar a uno de mis estudiantes. El, también, me ayudaba a encontrar la lección perfecta para el siguiente día, justo en el tiempo oportuno. También me dio compañía a través de amigos cristianos. Durante este tiempo, Dios también me inspiró a escribir muchos cantos cristianos que me animaron y confortaron mucho durante tiempos duros. Como resultado de todo, creo que podría decir que aprendí: 1) Con Dios, nunca estamos solos; 2) El anhela por más silencio e intimidad con nosotros y 3) El nos equipa para las tareas que nos da. Fue a través de los momentos de quietud y soledad que desarrollé una relación más íntima con El. Fue a través de los desafíos por aprender el idioma y enseñar en un idioma diferente que Dios fue capaz de equiparme. Tengo tales memorias de mi estadía en ININPE JV. Me acerqué mucho a mis estudiantes y los tengo cerca a mi corazón. Algún día, me encantaría regresar. Ahora que estoy casada y tengo dos niños propios, anhelo y oro que mis niños aprendan el valor de servir a otros y deseo que Dios use mi experiencia para ayudar a inspirarlos a servir, también. Que Dios continúe usando a cada uno de nosotros mientras buscamos servirle donde quiera que estemos.
Marleth RodriguezMisionera
Hola a todos, Soy Marleth Rodríguez. Tuve la oportunidad de ser una misionera voluntaria en ININPE JV en Perú, en el 2003 (si no me equivoco). Gocé la experiencia de ensenar inglés y aprender acerca de una nueva cultura. Tuve la bendición de influenciar a los estudiantes acerca de aprender otro idioma y a siempre tener fe en Dios. Todavía sigo en contacto con algunos de mis estudiantes y ha sido una bendición verlos crecer, casarse, empezar una familia y alcanzar sus metas. ININPE JV fue una hermosa experiencia que siempre recordaré y compartiré con otros.
